El Consejo Mundial de Energía abrió el diálogo entre el Gobierno, las empresas, la sociedad civil y la academia sobre la necesidad de que el país entre en la era de la electrificación del parque vehicular.
En su calidad de presidente del Consejo Mundial de Energía Colombia, José Antonio Vargas Lleras advierte que la movilidad eléctrica ha sido identificada por ese organismo internacional como un vehículo fundamental para alcanzar la sostenibilidad energética de los países, pues aporta a las tres dimensiones del trilema de sostenibilidad energética: seguridad energética, equidad y sostenibilidad medioambiental.
De acuerdo con el experto, el potencial de la movilidad eléctrica, tanto en Colombia como en los países de la región, es alto y cobra mucha importancia teniendo presente que la matriz eléctrica es una de las más limpias a nivel mundial y tiene grandes perspectivas en la incorporación de energías renovables no convencionales, lo que le permitiría suplir la demanda creciente que un parque de vehículos eléctricos de manera sostenible.
¿Con qué bases promueve el Consejo que usted lidera en Colombia la propuesta de movilidad eléctrica?
El Consejo Mundial de Energía, formado en 1923, es la principal red imparcial de líderes energéticos en el mundo. A través de sus estudios el Consejo ha identificado que la movilidad eléctrica es uno de los elementos que puede contribuir simultáneamente a avanzar en las tres dimensiones del trilema de sostenibilidad energética.
Por el lado de la seguridad energética, la movilidad eléctrica mejora la eficiencia en el transporte. Por ejemplo, los motores eléctricos aprovechan 90% del potencial energético del combustible vs 40% de un vehículo a combustión. Además, promueve la diversificación de la matriz pues los vehículos eléctricos se complementan y promueven la generación distribuida a base de fuentes renovables; así como reduce la dependencia de las importaciones o subsidios a los combustibles fósiles. En cuanto a equidad energética, la movilidad eléctrica es más económica tanto a nivel individual como masivo. La energía como combustible es más competitiva que la gasolina y el diésel.
¿Cuáles son los beneficios ambientales directos?
Son enormes, espacialmente en Colombia donde la energía eléctrica proviene en un porcentaje muy significativo de la hidroelectricidad. Los vehículos eléctricos no emiten gases de efecto invernadero, mejorando significativamente la calidad del aire en las ciudades y reduciendo las enfermedades respiratorias en la población. También reduce la contaminación auditiva en las ciudades pues los motores eléctricos no suenan.
Es en base a estos beneficios y aportes que hace la movilidad eléctrica a las tres dimensiones del trilema de sostenibilidad energética que el Consejo Mundial de Energía promueve la incorporación de estas tecnologías en el país y la región.
¿Cuál es el ambiente que percibe el Consejo para que el país avance en movilidad eléctrica?
Percibimos un buen ambiente, la reciente reforma tributaria que promueve un IVA diferenciado del 5% y el Decreto 1116 de 2017 que establece los cupos para importación de vehículos eléctricos sin arancel son muy buenas señales y creemos que avanzan en la dirección adecuada para promover la movilidad eléctrica y que los precios de estos vehículos sean competitivos. Sin embargo, hay que dar más pasos para por un lado desincentivar el uso de los vehículos con motores a combustión y por el otro, incentivar el uso de los eléctricos.
¿Cuáles son los primeros pasos que ha dado Colombia en materia de movilidad eléctrica?
En el país se están dando algunos pasos en la dirección correcta, pero son tímidos. Según el reporte de vehículos eléctricos e híbridos de Andemos de agosto de 2017 en diciembre del año pasado había en el país 489 vehículos eléctricos y 376 híbridos de un parque automotor de 5 millones, y 1.100 motos de un parque de 7 millones, esto representa solo un 0.016% del total del mercado. Esto demuestra el gran camino que tenemos por delante.
Sin embargo, si existen algunos modelos de prueba interesantes que comienzan a dar resultado, como, por ejemplo, un esquema de alquiler de bicicletas E-Bike to Work con 48 unidades en tres sedes y una flota empresarial de vehículos eléctricos de Codensa. En el mismo sentido, compañías como EPM y Emgesa Medellín también han realizado pruebas exitosas.
También han desarrollado estudios con Universidades para identificar modelos de negocio, impacto en la red, y otros. Por ejemplo, la Universidad Pontificia Bolivariana realizó pruebas con el Chevrolet Volt. Y un aspecto muy importante es que incluso compañías como General Motors y la petrolera Terpel han apoyado desarrollos para el montaje de un bus eléctrico. En el Valle del Cauca también se han hecho pilotos con la participación de Epsa, MAC, Universidad del Valle y el MIO.
¿Qué se requiere para que Colombia cuente con una política que impulse la movilidad eléctrica?
Para poder avanzar en esta dirección, el país debe primero plantearse unas metas claras en cuanto a movilidad eléctrica, estas deben ser a corto, mediano y largo plazo. También, según las recomendaciones de un estudio hecho por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, se deben formular políticas fiscales y normatividad que internalice los costos de los vehículos a combustión para que los precios de estos reflejen su verdadero costo. En materia de eficiencia en el transporte, el país debe aumentar sus exigencias y requisitos y ajustarse a estándares más exigentes que el Euro 4 que es el que se usa actualmente, así como se debe exigir el etiquetado de todos los vehículos y establecer sistemas de control eficientes. Otra de las políticas en esta área está relacionada con el diseño de impuestos a los vehículos según el nivel de eficiencia y emisiones del motor. Por otro lado, se deben dar las condiciones para que exista una red de recarga a nivel nacional, esto se puede hacer con beneficios fiscales y arancelarios a la infraestructura asociada y con metas de cantidades de estaciones de recarga en las cabeceras municipales y principales vías del país.
¿Qué otros incentivos?
Algo muy importante son los incentivos no monetarios, como los parqueaderos prioritarios, la no aplicación del pico y placa, día sin carro, etc., carriles especiales y acceso a zonas de circulación restringida, entre otros. Finalmente, el tema de incluir un porcentaje mínimo de vehículos eléctricos en las flotas oficiales y en los sistemas de transporte masivo en el país es clave para poder lograr incorporación de esta tecnología.
Seguramente en este camino surgirán barreras, pero creemos que esta hoja de ruta nos va a dar herramientas para poder superarlas.
¿Cuál es el propósito del primer encuentro de movilidad eléctrica que el Consejo liderado por usted promueve en Colombia?
El Consejo Mundial de Energía ha decidido organizar este evento para promover la movilidad eléctrica en el país y en especial para proveer un espacio neutro con expertos y experiencias internacionales que nos permitan aprender de lo que se ha hecho en otros países y tener un dialogo informado sobre cuál debe ser el camino que Colombia debe seguir para incorporar la movilidad eléctrica. La movilidad eléctrica va a venir pero en nuestras manos está a qué paso lo haga.